viernes, 30 de junio de 2006
Macapagal Arroyo visita España


La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo comenzó ayer día 29 una visita oficial a España, donde ya se encuentra desde el martes de forma privada, coincidiendo con un momento "excelente" de las relaciones bilaterales, según fuentes diplomáticas españolas.

La visita estaba prevista desde hace tiempo, pero tuvo que ser anulada en dos ocasiones, la primera en septiembre de 2002 por una crisis de seguridad en el archipiélago y la segunda en marzo de 2003 por la inminencia de la guerra de Irak.

"Las relaciones son en estos momentos excelentes, no hay ningún contencioso", dijo a Efe el embajador de España en Manila, Ignacio Sagaz, acerca de la visita de Estado de Arroyo, los días 29 y 30.

La visita de Arroyo se enmarca dentro de los contactos previstos entre España y su antigua colonia, que tradicionalmente es el país de mayor relevancia política para España en Asia, en razón de los lazos históricos, y además el destino prioritario en la región de Asia-Pacífico para la ayuda española al desarrollo.

En los últimos cuatro años Filipinas recibió una media de ocho millones de euros anuales de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), y para este año ha comprometido ya 10 millones, mientras el objetivo es llegar hasta los 15 en los próximos años.

El pasado sábado, antes de partir para esta gira con una primera etapa en el Vaticano y Roma, Macapagal Arroyo se aseguró un éxito diplomático con la firma de la ley que abolió la pena de muerte en Filipinas, una medida aplaudida por España, el Vaticano y por la Unión Europea pero criticada en el país asiático por los partidarios de este castigo y por otros que consideran "oportunista" el momento elegido.

Con la ley de la abolición en la mano, la visita de Arroyo podría ser una oportunidad para buscar algún tipo de arreglo con el Gobierno español en el caso de Francisco Larrañaga, el joven hispano filipino condenado a muerte por el asesinato de dos hermanas en 1997, crimen del que se declara inocente, y que ahora ha pasado a tener cadena perpetua.


La Presidenta de Filipinas con el cónsul de Filipinas en España, en Santiago



Si en el ámbito político las relaciones entre Filipinas y España son fluidas, en el económico son muy reducidas, en razón de los desequilibrios de la economía filipina, que mantienen alejados a posibles inversores españoles, como se constata en el Plan de Acción para Asia-Pacífico para el 2005-2008.

Sin embargo, la visita de Arroyo sí tiene un carácter económico para la presidenta filipina, quien anunció hace unas semanas que uno de sus principales objetivos será obtener empleos para miles de filipinos y atraer inversores españoles para proyectos de turismo.

"Esperamos que el mercado laboral de España se abra a 100.000 de nuestros trabajadores en los próximos tres años", dijo Arroyo.

Filipinas se encuentra entre los países que exportan más trabajadores, y en la actualidad 9 millones de filipinos, o un 10 por ciento de la población, son emigrantes que han salido en busca de una nueva vida y mejores salarios.

Las remesas que envían los emigrantes filipinos se han convertido en uno de los pilares de la maltrecha economía de ese país.

En el plano cultural, Filipinas cuenta con el único Instituto Cervantes de toda Asia -en julio se abrirá el de Pekín-, con la difícil tarea de hacer revivir en el archipiélago el español, caído en el olvido ante la apisonadora del inglés.

La visita de Arroyo tiene en esta ocasión un componente simbólico al coincidir con el 30 de junio, el Día de la Amistad entre España y Filipinas que quedó institucionalizado en 2003 por el Congreso filipino.

Además de su audiencia con los Reyes y de entrevistarse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el programa de Arroyo incluye un homenaje ante el monumento de José Rizal, el héroe nacional filipino fusilado en 1896, y una entrevista con el ex jefe del Ejecutivo español José María Aznar.

AGENCIA EFE

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Enrique Campoamor a las 9:02 p. m. | Permalink |


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