lunes, 2 de octubre de 2006
La Generalitat reconoce adopciones 'dudosas'
En Catalunya sólo un 3% de adoptantes se considera no idóneo, cuando en otros países europeos se ponen límites de edad y se dice no a un 30%.

"No estoy contento de que Catalunya sea el país del mundo con más adopciones", comentó ayer Jaume Funes, actual secretario de Famílies i Infància del Departament de Benestar de la Generalitat al inicio del foro sobre la adopción que se celebra en la Universitat de Barcelona. A su juicio, "la presión brutal en favor de las adopciones ha conducido a Catalunya a adoptar de manera dudosa, no hemos comprobado si estos niños tenían posibilidades en su país de origen y sólo hemos pensado en como tener más niños adoptables". En definitiva se ha priorizado un inexistente derecho de los padres a la adopción por encima del derecho de los niños a tener unos padres que lo cuiden.

Esas reflexiones que el propio interesado definió como "políticamente incorrectas" llegan tras el escándalo desatado por las adopciones iniciadas en el Congo y tras denuncias sobre extrañas situaciones vividas en Nepal o Haití. También llegan en el momento en que se especula con un cambio legislativo en Colombia para favorecer las adopciones, en este caso dirigidas hacia Estados Unidos.

El profesor Peter Selman, de la Universidad de Newcastle, presentará hoy otra ponencia en este I foro Internacional de Infancia y Familias, en la que muestra como España se ha convertido en el segundo país del mundo con más adopciones. En el 2004 se produjeron 22.884 en Estados Unidos, por 5.541 en España, 4.079 en Francia 3.398 en Italia y 1.995 en Canadá. En porcentaje sobre la población, España solo quedaba por detrás de Noruega, pero en el caso de Catalunya se situaba en el primer lugar. Según datos de la Generalitat, el año pasado se adoptaron 1.419 niños de otros países y en lo que va de año, hasta el 31 de agosto, habían sido ya 760. En cuanto a los países que han proporcionado más niños para la adopción el ranking lo encabeza China con 11.230, por delante de Rusia (7.632), Guatemala (2.656), Corea del Sur (2.306), Ucrania (1.951), Colombia (1.721) e India (1.118). según datos del 2003.

Las tesis de Funes, que anteriormente ocupó el cargo de Defensor del Menor, como adjunto al Síndic de Greuges, recibieron el apoyo de otro de los ponentes, la profesora Ana Berástegui, de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, quien definió a la actual generación de padres españoles como la de la "adopción consumista". Berástegui se refirió al dato facilitado por la Unicef de que en el mundo hay tres familias idóneas para adoptar por cada niño adoptable. Y se refirió al caso español donde se ha implantado una "cultura de la adopción" que se sustenta en una frase tipo: "¿Por qué habiendo tantos niños sufriendo injusticia no consigo, rápido y sin costes, uno pequeño, sano y sin recursos para mi, que lo necesito?". Según esta profesora, existe además una imagen social favorable a la adopción donde se mezcla la solidaridad con una visión próxima a lo que sería la última técnica de reproducción asistida: se busca a un niño sin estrenar, con la menor historia posible y que esté lo menos marcado posible". En este sentido recordó las campañas publicitarias y mediáticas con dos ejemplos muy llamativos: el anuncio de los almacenes IKEA en el 2000 bajo el lema "adopta un niño, redecora tu vida" -que comparó a un remake de Berlanga: "siente un pobre a su mesa"- y las declaraciones de la baronesa Thyssen, Tita Cervera, en las que anunciaba la adopción de dos niños "aunque en su caso se debería hablar de maternidad subrogada".

Jaume Funes fue muy crítico con el alto nivel de tolerancia de la administración catalana. Por un lado explicó que sólo se deniega la idoneidad a un 3% de los demandantes y que de éstos la mayoría reclaman judicialmente y se les da la razón. "En otros países, hay un 30% de demandantes que no se consideran idóneos". También en muchos países se establece un límite de edad para adoptantes. "A medio plazo en Catalunya habrá muchos padres de avanzada edad con graves problemas para atender a los adoptados adolescentes", remató Funes.

El representante de la Generalitat añadió que "no se autorizará la adopción en ningún otro país del mundo sin comprobar la situación real de sus menores porque además nos obliga el convenio de La Haya". Y añadió: "La presión de las demandas nos ha impulsado a ir a países donde no está claro lo que se hace ni se ha estudiado la situación de la infancia. Hay que tener en cuenta que la pobreza no es una causa de adopción y que no siempre es cierto que uno de esos niños tendrá aquí un futuro mejor".

La vanguardia
Josep Playà Maset

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